martes, 23 de julio de 2013

Amo a la luna

Joder, que buena luna esta noche...

De siempre, por un lado he sentido pena por la luna. Mientras los demás planetas tienen varios satélites, nosotros tenemos solo a nuestra querida luna, y ella está siempre ahí arriba tan sola y fría…

Sin embargo, por otro lado siempre he querido ser como la luna. Le he tenido envidia. Bajo su cara ha pasado media historia de la humanidad… de la Tierra e incluso de parte del universo. Bajo su cara ha habido millones de historias de amor, desde las más motivadoras hasta las más mediocres. Ha habido enfados, asesinatos, guerras, levantamientos… bajo su cara ha pasado de todo. Ohh… cuánto nos gustaría tener un solo tercio de su sabiduría.

Hoy, mientras la miraba, el frio rozaba mi cuerpo casi desnudo en mi azotea, el viento movía mi pelo y mis trenzas sin trenzar y su luz dejaba a mis espaldas mi sombra marcada en el suelo. Yo, de pie, solo hacia mirar a la luna y observar el dragón que desde siempre he visto en su interior. Es una imagen que me da fuerzas y energías, sea cuando sea, pase lo que pase.

Siempre he querido ir a la luna. Y no es un deseo de un niño de 5 años, es un deseo que siempre he tenido. Ir y poder tocar su suelo… pero mientras tanto, seguiré aquí en la Tierra observándola cada noche y quedándome embobado con algo tan maravilloso como es ella. La luna es de las pocas cosas de las que nunca me separare, y de las que siempre deseare que sea la hora para poder volver a verla, ya sea de noche o de día.

Amo a la luna…

viernes, 5 de julio de 2013

A mi perrillo...

Me gustaría ser...

Guardián del tiempo, para guardarlo en una cajita y que se detenga.
Dueño del devenir, para ordenarle que pare y no continúe.
Poseedor de la tierra, para sentir tus cuatros patitas mientras paseas.
Amigo de la brisa, para pedirle que roce tu cara.
Compañero del agua, para pedirle que detenga las lagrimas.
Creador de la noche, y bajo la luna durmamos juntos.
Fundador del día, y bajo el sol amanecer y pasear.

Me gustaría ser la madre naturaleza, y que vivieras para siempre.
Pero soy su hijo humano, y en mi mente permanecerás por siempre.

Muerte atea.

La creencia en deidades es consecuencia del miedo humano, de la inseguridad, de la debilidad...

Yo, como ateo, no creo en más de lo que se ve y/o se puede demostrar. El primer punto que me diferencia de los demás "ateos" es que, para llegar a serlo, he tenido que hacer un estudio (personal, que no académico) previo hasta llegar a tal conclusión. Por ello, a muchos de aquellos que se consideran ateos yo los considero nihilistas. Nihilistas pasivos, para ser más exactos, puesto que el nihilismo activo seria el propio ateísmo.

En consecuencia, cada vez que me siento amenazado mi principal tendencia es la de averiguar la realidad y no en la de cobijarme en seres que tengo que crear para imaginarme que me protegen. Es decir, si alguien me echa un 'mal de ojos', le doy una patada a una lata, rompo un espejo, no llevo un amuleto en los exámenes o no cruzo los dedos sé que no me va a pasar absolutamente nada. Pero sin embargo hay momentos en los que realmente me siento desprotegido, "solo" y débil, como puede ser el enfrentamiento a la muerte ajena de un ser querido.

Ahora, mi perro, el cual lleva conmigo solo algo más de año y medio pero que me ha dado mucho más que muchas personas a la vez esta cerca de la muerte. Por mis circunstancias, desearía que un ser supremo llamado dios lo protegiese o que cuando muriese se lo llevase con él y estuviese feliz, pero sé que eso es mentira.

Yayo es un perro de 9 añitos que ha tenido una vida difícil, puesto que ha sido maltratado por sus antiguos dueños, disparado por yo no sé quién y abandonado en medio de un campo. Por suerte, un grupo de voluntarios a los que generalmente ignoramos le rescataron de la calle, le curaron logrando salvarle la vida, y poco después llegue yo como su adoptante. Entre ellos, mi familia y yo le hemos dado tooooodo lo que le ha faltado en esta vida. Ha vivido como un rey y ha podido descansar.

Ahora no sabemos qué le pasa. Ha cambiado de medicamentos pero no se cura y sigue empeorando. Como ateo, siempre me he sentido fuerte, seguro y decidido a realizar cualquier cosa que me planteara, pero ahora toca afrontar algo que esta fuera de mi mano. La ciencia ha hecho todo lo que esta sociedad le posibilita (puesto que no es la misma para un animal que para un ser humano) y ninguna deidad le va a salvar. Nunca me ha gustado estar de brazos cruzados... ni siquiera por aquello que yo no controlo, pero ¿qué hago en este caso? también me siento fuerte para hacer lo que sea, pero soy ignorante. La naturaleza esta fuera de mi lógica y capacidad de razonamiento y sabe lo que hacer, mientras que yo con mi razonamiento humano quiero salvarle de algo común y natural.

ESPERNZA. Nunca me ha gustado esperar, solo actuar. Y en aquellos momentos en los que no puedo hacer nada me siento inútil.

No puedo, ni quiero en realidad, manejar un proceso como este, tan natural, pero siento un sentimiento humano que me deja tan vacio que no puedo con él. Me gustaría ser creyente y saber que no va a pasar nada, pero no lo soy, y sé lo que está sucediendo.

Yayo ha pasado por muchas manos, ha conocido a muchas personas e incluso ha viajado mucho con nosotros. Ha estado en campos, playas y nieves. Espero haber hecho todo lo posible por haberle dado lo mejor de esta vida y que me quiera tanto como yo le quiero a él, cosa que me demuestra cada día, a cada hora, a cada minuto, a cada segundo cuando está a mi lado. Cada vez que duerme a mi lado o se echa junto a mí. Cada vez que apoya su cabeza sobre mi o me lame mientras le acaricio. Me siento orgulloso que un animal como él haya compartido parte de su vida conmigo...

Gracias a todos los que habéis pasado por su vida y le habéis dado lo que necesitaba. Y gracias a todo el mundo que ha sabido lo buen perro que es y le ha querido sin conocerle.

Happiness only real when shared.

Un orgullo, campeón.