Hubo una vez una mamá conejo que tuvo conejitos. Entre ellos, hubo uno especial pero nadie sabía por qué. Tenía los ojos verdes y los dientes grandes. La mamá conejo estaba muy feliz porque le iba a dar a sus conejitos por primera ver de comer, así que no esperó ni un segundo y se puso a alimentarlos, pero cuando llegó al conejo de ojos verdes se dio cuenta de que no quería comer, se negaba. Se fue corriendo y mordió a una vaca que tenia al lado. ¡Le estaba chupando la sangre! Y es que se trataba de un conejito vampiro.
Sus hermanitos conejitos y su madre le rechazaron desde el principio, no querían saber nada de él. El conejito de ojos verdes se fue y se crió sólo en el bosque, haciéndose fuerte e inteligente, pero estaba siempre solo. Nadie de su especie le quería, y los de otra especia les tenían miedo y corrían de él. Por suerte, un día me lo encontré por el bosque y nos pusimos a hablar.
-Hola, ¿cómo te llamas? -me preguntó.
-Me llamo Alex, ¿y tú?
-Yo no tengo nombre…
-¿Por qué?
-Porque nadie me quiere.
-¡Pero si eres muy bonito! Tienes unos ojos muy lindos y eres muy fuerte, ¿por qué no te van a querer?
-Pues porque soy un conejito vampiro.
Le pisé y lo maté. Nadie quiere a un conejito vampiro.
estás enfermo!
ResponderEliminarHistoria de vampiros mejor que toda la saga Crepúsculo
ResponderEliminarNo he vistro Crepusculo, pero eso espero jaja.
ResponderEliminarPor cierto, ¿quién eres, Anónimo? :D
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