miércoles, 27 de junio de 2012

La sociedad y el tabaco


Una vez entré en un bar para merendar algo. Tenía bastante hambre. Decidí ponerme al fondo donde había ventanas y se estaba fresquito. Al poco tiempo de sentarme, vino un hombre y se sentó en la mesa de al lado. Tras venir el camarero y hacer su pedido el hombre se sacó de su bolso una jeringa para inyectarse droga. Todo el mundo le miraba con horror, estaban sorprendidos de que alguien tuviese el descaro de ponerse allí a drogarse.

Alguien llamó a la policía y esta no tardó en llegar. Redujeron al hombre y se lo llevaron detenido.

Poco después vino otro hombre y se sentó en la misma mesa. Tenía una funda en la cual guardaba una katana así que probablemente era algún profesor de algún arte marcial. La gente se dio cuenta de la funda y comenzó a hablar y a desesperarse. Volvieron a llamar a la policía y se llevaron a éste también.

Poco después llegó un hombre más y se sentó en la misma mesa. Sacó de su mochila un cilindro que contenía monóxido de carbono, cadmio, metano, formaldehido, cianuro, butano, arsénico, amoniaco, alquitrán, benceno, radón, nicotina y muchos más productos altamente perjudiciales para la salud. Sí, era un cigarro. Aquel hombre sacó ese tubo de droga y se puso a fumar en medio del bar. Me sorprendí cuando nadie dijo nada. Pero lo peor vino luego, cuando vi que, además, echaba humo. Ese humo no era más que los productos reaccionados y más perjudiciales aun de los que aquel hombre estaba tomando en su forma inicial. El humo se expandió con rapidez y llegó a mí. Nadie dijo nada, todo el mundo seguía en sus conversaciones como si no hubiese pasado nada.

Esa es la hipocresía y doble moral de la sociedad. Si una persona hace algo como drogarse con drogas que no afecta a los demás tales como inyecciones, les parece tremendo. Ese hombre es una aberración y no debería de estar ahí, debería de irse. Tampoco aceptamos persona que veamos raras. Sin embargo, si una persona decide drogarse con esa droga que TAMBIÉN ME AFECTA A MI no pasa nada. Es algo "normal".

La gente dice que eso es normal. Claro, es normal gracias a la labor de multinacionales que llevan años y años trabajando para meternos su producto entre las cejas. Y lo han conseguido muy bien. Hasta los más anticapitalistas son capaces de encenderse un buen producto realizado por una gran multinacional y, además, disfrutarlo. Y todo ello haciendo caso omiso a su salud.

Somos así de gilipollas. Permitimos que los demás tomen productos como el alcohol o el tabaco pero no que se inyecten droga que no afecta a los demás. Más de uno se alertará al hacer la comparación entre una jeringuilla y un tabaco… no mostrará más que su ignorancia. Vuelvo a recalcar que tanto el tabaco como el alcohol son productos de multinacionales, y ya sabemos cómo se las juegan las multinacionales.

Con la entrada de este nuevo gobierno, sé que va haber que luchar por mucho progreso que se ha conseguido. Lo bueno es que con la crisis no quiere meter aun mano. Pero cuando llegue el momento, tendremos que salir a las calles para defender los derechos de los homosexuales, las mujeres, etc. Lo malo es que sé que en el tema de tabaco voy a estar prácticamente solo… pero bueno, nunca hay que dejar de luchar. Nunca hay que rendirse.

Salud (de verdad) y libertad.

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/06/27/madrid/1340802798_637280.html



























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